Tú eres mi vida,
tú eres mi amor,
te quise tanto
que te di mi corazón.
Pero la vida quiso
alejarme de tu lado
y me quede sola
y sin tu amor.
Quisiera tenerte cerca
en mis noches tristes y solitarias,
ahora cuando mas te necesito.
Ahora que te he perdido,
no quiero amar:
quiero mi soledad.
EL GIRASOL
Buen ejemplo el de las flores,
las flores de girasol:
todas miran hacia oriente
con igualdad y con amor.
Qué envidia me da al verlas
tan hermanas y tan unidas,
cosa que los hombres no imitamos
y, así, son tristes nuestras vidas.
Por eso, hombres conscientes,
seres que tengáis amor,
imitad por bien de todos
a la flor de girasol.
Dori Castillejo Sánchez
Aldea de Cuenca
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