jueves, 24 de octubre de 2013

Budismo + sintoísmo + disciplina + tecnología.

Budismo, Sintoísmo, Disciplina y Tecnología: cuatro actitudes filosóficas que el pueblo japonés ha abrazado con decisión inquebrantable y con fuerza inusitada. Dos con un sincero sentimiento y fundamento religioso; una de comportamiento y actitud para convivir en paz y con eficacia; y la última, conseguida a fuerza de estudio, sacrificio, mucho trabajo y constancia.

Con esas cuatro actitudes, que firmemente se enraizaron en lo más profundo de su forma de ser y que ocurrió cuando, al término de la Segunda Guerra Mundial, supieron de boca de su propio emperador Hirohito, cuando les dijo que él no era ninguna divinidad, sino también un japonés igual que ellos y, de manera fulminante, se rompieron todos los tabúes que hasta entonces habían existido en ellos. 

Después de haber sufrido una severa derrota y haber visto y sufrido horrorizados, en 1945, los espantosos y devastadores efectos de las dos bombas atómicas que cayeron sobre Hiroshima y Nagasaki, en ese mismo momento, supieron y se convencieron plenamente de que si querían ganar otras guerras que pudieran venir en el futuro, había que utilizar otras armas. ¡Había que conseguirlas! Se pusieron de inmediato a trabajar como disciplinadas hormiguitas, cumpliendo estrictamente cada uno con su misión, con honradez, eficacia y extraordinario sacrificio.

Llevando a la práctica estas cuatro actitudes filosóficas y motivados por el gran amor a su patria, el pueblo nipón, al cabo de 20 años del desastre de la Segunda Guerra Mundial, ya había conseguido las nuevas armas para combatir en las nuevas guerras y empezaba a despuntar como una de las potencias económicas mundiales más prósperas y florecientes del planeta y demostrando al mundo cómo se puede salir de una crisis de la envergadura que ellos se encontraron en el siglo XX, año 45.

Emilia 
Asociación de Mujeres «Kronos» de Belmez

No hay comentarios:

Publicar un comentario