viernes, 24 de octubre de 2014

A mi querido esposo Jerónimo Mohedano.

Tuvimos la suerte de conocernos un día de Semana Santa en Madrid y ya no volvimos a separarnos.

Su pueblo, Peñarroya-Pueblonuevo, donde decidimos venirnos a vivir, era su pasión. Tal era la inquietud de crear y tener la seguridad de embellecer su pueblo minero que hizo que tuviese la figura que se merecía, el minero donde por primera vez se inauguró la fiesta de los mineros que fue un día muy especial para el pueblo de Peñarroya-Pueblonuevo. 



Por amor a los mayores hizo y donó a la Residencia de Mayores Santa Barbara una escultura de tan queridos abuelos donde dejó escritas las siguientes palabras: “ De antaño los recuerdos que reverdean, resurgen con ilusión de vez primera los sentimientos. Es un nuevo renacer que aflora bajo un prisma de color rosáceo. Si al paso de los años de vez en cuando os veo será que he tenido mucha suerte porque he llegado a viejo”.

Bellas palabras sacadas de su alma, de lo cual estoy muy contenta porque este libro lo tengo en casa.

Un día Rafael Muñoz, le propuso hacer un busto del señor Antonio Rodríguez Cerrato, director de la orquesta, que se expone en el Centro Polivalente de Peñarroya, obra de la cual se sentía muy orgulloso porque sentía que con ella había alcanzado la meta que había buscado a lo largo de su vida. Entre este legado hay muchos trabajos que me ha dejado en casa donde en cada rincón tengo sus horas de trabajo, esfuerzo y amor y donde me quedaré con mis recuerdos hasta volver a estar junto a él de nuevo.

Otilia Otero 
Centro de Promoción de la Mujer de Peñarroya-Pueblonuevo

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