viernes, 10 de octubre de 2014

Homenaje al docente.

Estas líneas las dedico a Doña Dolores Sújar Luján, maestra. Murió este mes de junio en su aldea natal, La Coronada. Ejerció como docente en Peñarroya, pero sobre todo en Fuente Obejuna, en el CEIP San Carlos Borromeo y el IES Lope de Vega.

De nuestra infancia surge siempre la clara imagen de algún maestro o maestra, con quien tenemos pendiente alguna deuda de gratitud. Tardamos mucho en darnos cuenta de su buena influencia; para entonces, aquellas personas ya habrán desaparecido de nuestras vidas. Ellos sirvieron de puente entre familia y sociedad, nos ayudaron en nuestros primeros días de escuela, nos llevaron por los laberintos de la cultura, etc. Un homenaje al maestro es agradecer lo que han conseguido de nosotros.

Pero también es un acto de justicia hacia la profesión, llamar la atención a la sociedad, ya que desdichadamente pasa inadvertida o menospreciada.

No admiramos y somos mezquinos al no valorar a las personas que nos enseñaron las primeras letras, que con su paciencia nos enseñaron a dominar nuestra atención, que se nos iba por las nubes.

El maestro necesita autoridad para ejercer su cometido y solo puede recibirse con el apoyo social. Tenemos que valorarlo con nuestra colaboración pedagógica. Los adultos recordamos la figura de ellos como profesionales de la esperanza, los incansables, humildes y cuidadores del futuro.

Igual que cada árbol florece en primavera, ellos cada año volverán a enseñar que dos y dos son cuatro.

Gracias por todos esos recuerdos.

Carmen L. Mohedano Gahete 
Asociación de Mujeres de La Coronada

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